Y si uno estuviera viendo una película del Gordo y el Flaco (Stan Laurel y Oliver Hardy, maestrazos del humor simplón) sonaría muy divertido, pero este guerra tuvo este nombre debido a que en abril de 1838 varios comerciantes franceses avecindados en México enviaron una serie de reclamaciones, incluida la del Sr. Remontel, quien era dueño de un restaurante en Tacubaya. Este señor decía que seis años antes, en 1832, algunos oficiales del perro Santa Anna habían consumido algunos pasteles en su local, sin pagar la cuenta, exigiendo la correspondiente indemnización. Así que el gobierno francés se agarró de estos pretextros para invadir nuestro país, que pocos años antes se había independizado y estaba en reconstrucción. Para leer un poquito más de esto, que es muy interesante, púchale aqui.
¡¡¡Que poca madre pinches franchutes!!! Ahora por eso que la Florence Cassez se quede por acá (no dudo que habrá varios que quieran hacerle visita conyugal) muy a pesar del muy falto de credibilidad Sarkozy.
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